lunes, 5 de diciembre de 2011

SUCUMBIENDO AL AZUL MARINO

En repetidas ocasiones (y menos mal que no han sido muchas), cuando me han pedido en las ferias de artesanía un abanico negro he dicho simplemento "NO".
 No los pinto porque no se que hacer sobre ese color tan oscuro. Y porque creo que es un color que me produce mucha tristeza y no consigo encajarlo en un complemento tan alegre como es el abanico.
El tono negro cambia los colores que le aplicas, no llegan a ser ellos mismos porque la oscuridad del color de fondo puede con todo.
Pero el año pasado probamos con uno azul marino y se lo llevaron por encargo y esta vez hemos decidido no añadirlo al catálogo pero si hacer algunos por si en las ferias se animan aquellos que nos piden negro.



Y como siempre nuestro conejillo de indias es nuestro famoso gatito. Hemos pintado el gatito en blanco y las huellas y los bigotes en plateado. Y el resultado es genial.

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