Tuvimos que improvisar, como en casi todo desde que empezamos con esto.
La habitación destinada a los invitados por si venían se convirtió en una taller improvisado en el que poco a poco fuimos metiendo cosas.
Nuestra mejor aliada en el camino, si falla ella fallamos todos.
Una buena inversión.
Hemos probado con cosas nuevas
Nuestros orígenes.
Nuestro erizo
Seguimos en la habitación de invitados y cuando llegan estos plegamos y los alojamos.
Y entre trabajo y trabajo hemos sacado tiempo para modificar y cambiar el estilo de nuestro taller
Hemos logrado lo que queríamos con esta reforma. La ansiada "LUZ"
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